Lo imposible puede ser posible...

Hay días que encontramos miles de razones para seguir haciendo lo que hacemos, la ilusión, la pasión nos acompaña de la mano.  En cambio hay otros, que sin saber cómo nos hacemos pequeñitos y nos encontramos a la deriva buscando esa misma chispa que hasta hace poco parecía inagotable... y de pronto parece que todo pierde color... ¿Sabéis por qué? Porque en esos días grises las respuestas las buscamos fuera y no dentro, nos dejamos influir y como pequeñas gotas de agua nos va calando poco a poco.  
Hoy he decidido ponerme un gran chubasquero y por si acaso un paraguas!!! ¿Cómo? Siguiendo hacia adelante...

“Cada persona emite un sonido diferente, es una campana con específica sonoridad, un presencia única, un registro exclusivo.  Palabras, mensajes, imágenes, pueden reproducirse, pero el sonido exclusivo de cada persona sólo se experimenta en su presencia, en su vida.  En un determinado entorno nos toca una cierta composición de sonidos.  Cada persona aporta su punto y contrapunto.  La ausencia de alguien hace patente su valor, su irreparabilidad.  No tiene por qué haber una nota dominante.  El concierto no se detiene, su riqueza es grande, pero más nos valdría disfrutar de cada sonido.”  Fernando Lamata

 

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